El pack completo

 
 
EL PACK COMPLETO

 

En los trabajos audiovisuales, como en la práctica totalidad de trabajos, tienen que cumplirse dos premisas fundamentales: primero, que el cliente quede satisfecho con el producto que te solicita; segundo, que tu idea —o la idea de tu equipo— quede plasmada fielmente en el resultado final. Que lo que has imaginado traducido en imágenes de una manera quede, efectivamente, plasmado de esa forma y no de otra. El mensaje, la intención y el envoltorio visual tienen que ser uno solo.

Cuando se cumplen esas premisas puedes decir que has hecho un buen trabajo. Si, además, el objetivo del vídeo o la foto en cuestión es difundir un conjunto de ideas y conceptos con los que comulgas personalmente, con los que estás en sintonía… se alinean los planetas y, como dirían en la película Jerry McGuire (Cameron Crowe, 1996), has alcanzado el Qwan, el paquete completo.

Eso es justo lo que nos sucedió con este trabajo que compartimos hoy. El cliente, tras ver el resultado final, nos lo dijo claramente: «Es perfecto, es justo lo que estábamos buscando. Enhorabuena a todos por el trabajo». Nos pasa bastante, no te vamos a engañar pero eso no significa que no sientas satisfacción cada vez que algo así sucede.

 
UNA VUELTA DE TUERCA
 

Este cliente es el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE), una entidad con la que llevamos bastante tiempo trabajando, con buenísimos resultados para ambas partes. Nos pidió que grabásemos una serie entrevistas que llevan realizando unos años, pero dando un paso adelante en calidad técnica, dinamismo y frescura visual.

Conversaciones en Salamanca trata de recoger testimonios de personas relevantes para el Centro, bien por su trabajo, bien por su trayectoria vital, bien por una combinación de ambas cosas. El objetivo: Comprender la longevidad. Y nuestro encargo era aportar esa vuelta de tuerca de excelencia con la que solemos afrontar todos los proyectos. En este caso particular debíamos registrar la charla que mantuvo Concepción Galdón, Directora de Innovación Social de IE Business School, con el filósofo y escritor Pascal Bruckner sobre su libro Un instante eterno.

¿En qué consistió esa vuelta de tuerca? Respetando los parámetros estéticos y técnicos de las anteriores entrevistas tratar de mejorar el conjunto de la apuesta visual. Eso se traduce en una mejora en la iluminación y la fotografía del entorno escenográfico, un mejor aprovechamiento del plano central, el uso de un slider para obtener mejores resultados de tilt y paneo, actualizar y mejorar la entradilla con imágenes más atractivas, dar un paso adelante en el uso de recursos como el zoom y rematar el total en un proceso de post producción centrado en el storytelling efectivo.

LAS COSAS CLARAS, MUCHO TRABAJO Y EL EQUIPO SUFICIENTE

 

Esto, que resumido en un párrafo parece «fácil», supuso la intervención de un equipo de diez personas en una jornada completa de rodaje y un trabajo muy intenso de post producción durante más de un mes.

Para que las imágenes se vean como lo hacen aquí fueron necesarios un director de fotografía con un ayudante, tres operadores de cámara, un sonidista, un realizador, un productor, una maquilladora —cada uno las herramientas necesarias— y decenas de horas de montaje y ajustes frente a la pantalla del ordenador para ganar dinamismo y darle solidez al relato. Sumando labores de traducción a varios idiomas y otros aspectos técnicos, pequeños pero esenciales, para que el vídeo final sea este que podéis ver aquí.

¿Qué enseñanzas pueden extrapolarse de un buen trabajo como este?

  • Es esencial tener las ideas claras respecto a lo que se quiere contar y cómo, porque los pequeños detalles marcan la diferencia
  • No hay que escatimar en equipamiento y grupo de profesionales, si quieres que un vídeo sea excelente.
  • Debe existir confianza entre quien encarga un trabajo y quien va a encargarse de hacerlo.

 

En resumen,  cuando te dejan hacer lo que sabes hacer (bien)… no suele haber fallo. Y a las pruebas nos remitimos.