Pasa, no te quedes en la puerta. Nos encanta asomarnos a tu vida y queremos invitarte a conocer la nuestra. Y la nuestra es un derroche de artesanía digital, creatividad y observación pensados para diseñar y construir todo tipo de experiencias personales o de marca con las que te vamos a tocar la fibra.
Soy periodista. Al menos me formé como tal, pero todo el mundo tranquilo, que no salgo en las tertulias de la TV ni me como a los niños crudos. He hecho literalmente de todo en el periodismo y la comunicación y ejerzo mi profesión eventualmente, pero hoy me centro sobre todo en leer, aprender y escribir. Escribo de todo y para todo el mundo: empresas, agencias de marketing y cualquier persona u organización que sepa que quiere decir algo, pero no sepa cómo decirlo.
También soy experto en podcasting, porque llevo metido en ese mundillo más de diez años, mucho antes de que se viviese este boom de hoy; entonces éramos cuatro gatos. Me inicié como profesional en la radio y me sigue emocionando el micrófono. No me callo ni debajo del agua, para bien o para mal; soy un enfermo de los libros, me gusta la música (el jazz, sobre todo), el cine, me considero un hedonista y me gustan la vida y las personas. Procuro ser un buen tipo, en el trabajo y fuera de él. Soy el encargado de plasmar sobre el papel eso que te ronda la cabeza y no sabes muy bien qué es.
Me dedico a esto desde hace décadas. Cuando alguien me pregunta qué hago y en qué consiste mi trabajo le digo que hago de todo lo que tenga que ver con la comunicación. La radio estuvo ahí desde el principio porque fue el origen de todo y ocupó gran parte de mi vida profesional. Pero a partir de ahí, me resulta difícil quedarme solo con una parcela, no puedo. Radio, podcast, televisión, formación, consultoría,… ¿A quién quieres más, a papá o a mamá?
Me gusta lo que hago, me apasiona. Y me divierte, que es lo mejor. Por eso sigo abierta a aprender, a investigar nuevas formas de comunicar y a contar lo que pasa, de manera que a los que me lean, vean o escuchen les llegue la historia y, a poder ser, les atrape. Ahora que, mires donde mires, la vida nos golpea y la incertidumbre se empeña en quedarse a vivir, no está de más aferrarse a lo que uno cree. Soñar es casi un acto revolucionario, ¿no te parece?
Si me pusieran al lado de un colibrí en vuelo seguro que yo iría más rápido que él, porque soy la definición de «culo inquieto» que debería aparecer en el diccionario. Por eso no es de extrañar que, aunque me gradué como terapeuta ocupacional, haya terminado en una productora audiovisual como Ciento Volando.
Tengo experiencia en la gestión de grupos y de personas, así como en el funcionamiento de organizaciones. Por eso, cuando hace falta un contacto, buscar el mejor mobiliario para un set de rodaje, gestionar el viaje y la estancia del equipo o las cien millones de tareas que hacen falta para que un proyecto sea un éxito, sin salirse del plan y aunque surjan imprevistos, es a mí a quien hay que recurrir. ¡Y me encanta!
Soy activa, dinámica y me gustan las cosas bien hechas. También me gusta leer, viajar, bailar, las almejas, los anillos, conducir, los atardeceres, la playa, las bodas, las gominolas y la naturaleza. Odio las injusticias, las mentiras, doblar ropa, la tortilla francesa, el ruido, la luz fuerte y las conversaciones banales. Puede parecer contradictorio pero, aunque me encanta hablar con la gente, me da pánico hablar en público y tengo claustrofobia, ¿Cómo te quedas?
Soy fotógrafo, entre otras muchas cosas. Pero hablamos de lo que nos trae aquí. Por formación y devoción soy fotoperiodista, aunque la fotografía de la naturaleza, deportiva o de producto me cautivan de un modo muy parecido, y no parece sencillo ¿a que no? Desde mis tiempos de estudiante de Filología, Historia del Teatro y Cine y, posteriormente, Telecomunicaciones e Informática siempre he tenido relación con el mundo de la imagen. La fotografía pasó de pasión a profesión de una forma natural y, hoy por hoy, sigo enamorado de ella. Me considero de esos pocos optimistas por naturaleza que quedan en este mundo loco, todavía creo en el amor, en un futuro mejor y en que todo tiene solución si nos esforzamos lo suficiente. Me gusta dejar que las cosas sucedan por sí mismas, y así conocí a Carlos. ¿Quién iba a pensar que un gallego y un salmantino podrían hacerse colegas en Trebujena? Pues así fue la cosa durante un curso impartido por uno de nuestros referentes en el mundo audiovisual: el inmenso Ricardo Grajeda.
De primeras parezco serio, introvertido y hasta distante pero enseguida me desnudo y me muestro tal y como soy, aunque es posible que conozca mejor a mis fotografías que a mí mismo. Amante del rock, hablo por los codos y no dejo de fijarme en las cosas.
Ni recuerdo la primera vez que cogí una cámara aunque colecciono todas las que he usado y alguna más. Mis fotos hablan de amistad, de lealtad, de encuentros y de risas, de esfuerzo y sacrificio, de pasión… como la que ponen Dire Straits y Pink Floyd, sobre el escenario. Acertaste, sí, son mis grupos favoritos.
Aunque la lista es interminable, algunos de mis referentes fotográficos son Juan Manuel Castro Prieto, Alberto Schommer y Fer Juaristi.
Hace muchos años que decidí pasar el resto de mi vida escondido tras una cámara y disfruto enseñando los secretos de la fotografía, como hice con Carlos, mi hermano.